El desarrollo de Solana inició en 2017 durante el auge de las ofertas iniciales de monedas (ICO), cuando el fundador Anatoly Yakovenko se dio cuenta de que Bitcoin y Ethereum no eran lo suficientemente rápidos para alcanzar consensos. Entonces, Yakovenko probó un mecanismo de consenso nuevo: la "prueba de historia", que combinó con la prueba de participación para crear un modelo híbrido.
La red principal de Solana se lanzó en marzo de 2020 y, desde entonces, se considera la mayor competencia del repositorio de finanzas descentralizadas (DeFi) más grande de la actualidad: Ethereum.
SOL, el token nativo de Solana, rápidamente se ubicó entre las diez mejores criptomonedas según su capitalización de mercado y allí se mantiene.
Solana se diferencia como un protocolo de blockchain muy eficiente y rápido gracias a que mejoró la arquitectura que se necesita para establecer consenso. El enfoque único y el modelo híbrido que adoptaron hizo posible prescindir de métodos alternativos como los protocolos de capa 2, que sí se necesitan en otras redes como Bitcoin y Ethereum.
Emplea una combinación única de los consensos de prueba de historia y prueba de participación para reducir los tiempos de inactividad de las transacciones.
La centralización es aún el mayor obstáculo para Solana. Yakovenko afirmó que está comprometido con sumar más nodos de validación. Por otro lado, la red ha experimentado muchas interrupciones y eso también se interpone en su camino al éxito.